De la Redacción
Noticias El Líder
Con la quema de tráileres y bloqueos carreteros, ataques a instalaciones
de la Secretaría de Seguridad Pública, colocación de lonas con amenazas, pinta
de autobuses y ataques a policías en un hospital, respondió un grupo de la
delincuencia organizada contra las autoridades del gobierno de Veracruz, con
enfrentamientos que hasta el momento han dejado un saldo de un policía y cuatro
sicarios muertos.
La “guerra” entre el grupo delictivo y las Fuerzas del Orden
se originó el pasado martes, cuando elementos de la Fuerza Civil interceptó a
un grupo de sujetos armados en el municipio de Misantla, donde se registró un
enfrentamiento, muriendo tres civiles, pertenecientes a un grupo delincuencial.
En el lugar, fue asegurado un campamento con armas y equipo táctico.
El miércoles, otros grupos de la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) y la Fuerza Civil, decomisaron otro campamento del mismo grupo
delictivo, en el rancho “La Chincheta”, en el municipio de Tierra Blanca, en
una acción encabezada por el titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, y el
director de la Fuerza Civil, Jorge Luis Pescador, quienes aparecieron posando
en fotografías del operativo.
Posteriormente, la tarde del jueves, se originó un
enfrentamiento entre un grupo armado, aparentemente de la misma organización
criminal, en la autopista Xalapa-Cardel, donde tras un fuerte operativo, los
delincuentes huyeron, dejando abandonada una camioneta que fue decomisada.
Horas después, en la autopista La Tinaja-Cosamaloapan, una
patrulla con tres elementos de la Fuerza Civil, de la región de Tierra Blanca,
fue atacada por un convoy de unas 20 camionetas con sujetos armados, quienes
persiguieron a los uniformados y en el kilómetro 17 los alcanzaron, matando a
uno de los policías, y llevándose a los otros dos, pero no conformes con eso,
incendiaron la patrulla. Luego, el comando atacó a balazos la delegación VIII
de Seguridad Pública en Tierra Blanca.
El hecho provocó la llegada de decenas de patrullas de la misma
corporación, de la SSP, Policía Federal, Sedena y la Marina, quienes
desplegaron operativos, sin lograr la ubicación de los agresores.
Por la madrugada del viernes, en diversos puntos del puerto
de Veracruz aparecieron lonas con mensajes de amenazas del grupo delictivo
hacia los titulares de la SSP y la Fuerza Civil, donde los señalaron de
proteger a delincuentes y haber ordenado una ejecución extrajudicial de los
tres integrantes de su organización en el municipio de Misantla, a pesar de que
los sujetos se entregaron.
Horas después, en el camino a la localidad Joachín,
municipio de Tierra Blanca, las Fuerzas del Orden localizaron a un vehículo con
sujetos armados, presuntamente del mismo grupo agresor, y tras una persecución
llegaron hasta una casa de seguridad, donde se registró un nuevo
enfrentamiento, que dejó cuatro delincuentes abatidos, y fueron asegurados
cuatro camionetas, armas largas, municiones, chalecos y cascos antibalas, así
como insignias de un grupo criminal.
El mismo viernes por la tarde, en respuesta, grupos
criminales incendiaron varios tráileres en la carretera federal
Córdoba-Veracruz, a la altura del kilómetro 35, en la localidad La Luz, en el municipio
de Cuitláhuac, provocando terror entre la población.
Durante más de 3 horas, la circulación quedó cerrada,
mientras bomberos de la zona controlaban los incendios de los vehículos.
En los operativos, una patrulla de la Fuerza Civil se
accidentó, resultando heridos varios policías, mismos que fueron trasladados a
hospitales de Córdoba, donde quedaron hospitalizados y con vigilancia
policiaca.
Paralelamente, en los municipios de Córdoba, Fortín y
Orizaba, se conoció el cierre de decenas de bares y cantinas por amenazas de
hechos de violencia.
Al mismo tiempo en otras regiones como en Catemaco, también
los delincuentes incendiaron un camión y bloquearon la carretera, mientras que
en Jáltipan hicieron pintas de las siglas CJNG en varios autobuses, sembrando
terror entre los pasajeros.
Cerca de las 21:00 horas un grupo armado atacó a los
policías que permanecían de guardia afuera del Hospital Regional “Córdoba-Yanga”,
dejando herido a un vendedor de tamales, vecino de la colonia La Sidra.
El nuevo hecho de violencia provocó el cierre del bulevar
Córdoba-Peñuela y despliegue policial, sin que los delincuentes fueran
localizados.
El recrudecimiento de la violencia provocó terror de la
población y situaciones de psicosis, debido a la difusión de mensajes a través
de las redes sociales, dando cuenta de la presencia de grupos armados en varios
municipios de la región, y las constantes amenazas de los grupos
delincuenciales.
Cabe señalar que en las redes sociales circuló un supuesto
comunicado del grupo delincuencial, donde reta al gobierno para continuar con
los enfrentamientos, señalando que este grupo, a diferencia de otros, no
secuestra, ni mata a mujeres o niños, gente inocente, ni se mete con el pueblo,
sino con sus grupos rivales, asegurando que hasta antes de su llegada al
estado, se vivía una situación de violencia descontrolada.